PROCESO DE SOCIALIZACIÓN

Sitio: 'ELE' Plataforma Educativa Chaqueña
Área temática: SOCIOLOGÍA
Libro: PROCESO DE SOCIALIZACIÓN
Imprimido por: Invitado
Día: martes, 7 de mayo de 2024, 21:46

Descripción

Leer atentamente este material y luego observar la presentación que sigue debajo

1. Sociabilidad Humana

La sociabilidad resulta ser aquella calidad o cualidad de sociable que presenta una persona, es decir, aquel que de manera natural tiende a vivir en sociedad y también, a aquel individuo preeminentemente afable que le gusta relacionarse con el resto de las personas.

Los humanos somos sociables por naturaleza

Los seres humanos somos por naturaleza animales sociales, nos encontramos naturalmente inclinados a la vida en sociedad, es prácticamente imposible que un ser humano viva para sí mismo, de alguna manera, todos, hasta el más egoísta, en algún momento necesita del relacionamiento con los otros.

Un individuo pleno de sociabilidad de por sí es cautivador por la amabilidad que presentará, por su facilidad de conversación y por su inclusión en cualquier ámbito.

Si bien los seres humanos somos individualistas también por naturaleza, lo social nos tira en el corazón y por ello es que necesitamos de estar solos y al mismo tiempo estar acompañados para compartir aquellas cosas lindas y feas que nos va proponiendo la vida.

Además, la vida en sociedad a la cual no podemos prácticamente negarnos demanda que todos dispongamos de habilidades sociales para poder integrarnos sin problemas con los demás. Cuando una persona está integrada a los grupos de pertenencia en los que le toca participar su vida será más plena y feliz, su autoestima estará bien, se sentirá reconocida y querida y todo ello impactará positivamente en su carácter y personalidad.

La sociabilidad en los niños y la importancia del juego para desarrollarla

La habilidad social es una capacidad que aparece en las personas desde pequeñas, algunos la tienen más desarrollada que otros pero está ahí latente, lista para salir y actuar cuando sea necesario. Si comparamos a los niños con los adultos, los primeros son mucho más hábiles a la hora de hacer amigos, son más espontáneos y naturales en esta etapa de la vida y entonces eso les juega a favor para hacer amigos.

Y tienen un aliado muy especial y efectivo como es el juego que los asiste de manera ideal para generar amigos. Jugar es una de las actividades por excelencia que despliegan los niños y es también la excusa ideal para rodearse de pares con los que comparten esa actividad tan entretenida y sana.
Además de permitirles desarrollar la sociabilidad, el juego, promueve otra cuestión muy importante como la acción de compartir.

La sociabilidad, además, es de alguna manera aquel valor que nos impulsa a los seres humanos a buscar y cultivar relaciones con otras personas compaginando mutuos intereses e ideas para de esta manera orientarlos hacia un fin en común, más allá de las circunstancias personales en las que se encuentre cada uno.

Siempre, el contacto con el otro será beneficioso para nuestro desarrollo y crecimiento personal, ya que al tener contacto con otros individuos sumamos otras experiencias, otras perspectivas de la vida.

En tanto, la sociabilidad resulta ser un elemento fundamental en los diferentes ámbitos de nuestra vida, personal, laboral, escolar, para lograr los objetivos que tengamos propuestos y esto es básicamente así porque el conocimiento del otro, de sus ideas, su problemática, su entorno, nos permitirá entenderlo, saber qué necesita y así ayudarlo a que este bien y por tanto, cuanto mejor esté, mejor será su rendimiento en todos los órdenes mencionados.

Su impacto positivo en la salud

Entonces, la sociabilidad resulta fundamental para progresar en el trabajo, para hacer amigos, para encontrar una persona con la cual compartir la vida y los proyectos personales que se tengan, para armar una empresa, para compartir intereses y afinidades, entre otros.

Es un hecho comprobable que quienes viven en consonancia con la sociabilidad tendrán una existencia más plena y alegre que aquellos que gustan de la soledad y el ostracismo. Está comprobado que las relaciones sociales mejoran la salud emocional, la mental y los pensamientos positivos. Mientras tanto, el aislamiento social produce tristeza, miedo, cansancio, apatía, y según algunos expertos, las personas que están solas viven menos tiempo que aquellas que están rodeadas de amigos.

La persona sociable es fácil de identificar porque tiene un carácter afable, cercano, simpático y siempre muestra un interés a la hora de compartir tiempo con otros.

 

 

 

2. Definición de Socialización

El ser humano es esencialmente un ser social. Sin embargo, esa naturaleza de ser social es producto de un largo proceso en la vida de cada persona. Y ese proceso tiene, por así decirlo, dos caras. Desde el punto de vista de cada individuo, opera el proceso de aprendizaje. Desde el punto de vista de la sociedad, y respondiendo a su necesidad de mantenerse como tal, opera el proceso de socialización. Este proceso es importante de considerar si deseamos entender el comportamiento humano.

 La socialización es el proceso por el cual aprendemos a ser miembros de la sociedad.  Es decir, a través de la socialización aprendemos a ser miembros reconocidos de la sociedad en que hemos nacido. Y ser miembro reconocido, esto es, que los demás me perciban como tal y que yo me identifique como parte de esa sociedad, implica, en lo esencial, la adopción de una cultura común.  La socialización tiene como resultado la interiorización de normas, costumbres, creencias y valores, gracias a los cuales el individuo puede relacionarse con los demás miembros de la sociedad.

 Desde el punto de vista de la sociedad, este proceso se desarrolla a partir de la participación activa de las personas en una red de relaciones sociales. La naturaleza de esas relaciones, sociológicamente hablando, se expresa en dos elementos que son las dos caras de una misma medalla: el desempeño de roles que, a su vez, da acceso a una determinada posición o situación dentro de un grupo, denomina status. Y es precisamente aprendiendo a desempeñar los roles que la persona se socializa. Obviamente, a lo largo de su vida, la persona se involucra en una gran cantidad de relaciones sociales lo que significa que desempeña múltiples roles: será hijo, hermano, amigo, familia, alumno, miembro de clubes, trabajador, cónyuge, y padre a su vez, etc. Y el aprendizaje de cada uno de esos roles le va a permitir internalizar los valores y las normas de la sociedad. Porque cada cultura, a su vez, va cristalizando formas típicas, propias de esa cultura, que definen cómo en esa cultura determinada se aceptará que las personas desempeñen esos roles; estamos hablando, en síntesis, de una serie de deberes que la persona debe cumplir para ser aceptada y reconocida como miembros de la sociedad. Y como contrapartida del desempeño de cada rol, la sociedad asigna o reconoce al individuo una posición o status que a su vez le abre ciertos derechos. Deberes y derechos, ya sean formales o informales, serán, en suma, los que moldearán el comportamiento de las personas a través de este proceso que llamamos socialización.

 A lo largo de su vida, cada uno vivirá múltiples procesos socializadores, en función de los múltiples roles que desempeñará. Esto permite introducir una diferencia en las etapas del proceso de socialización que es útil conocer porque sus componentes son diferentes.

 

3. Etapas de la Socialización

Socialización Primaria: se denomina así porque es una etapa en la cual los a gentes socializadores son esencialmente los grupos de carácter primario, es decir, grupos en los cuales el tipo de relaciones predominantes están basados en la dimensión afectiva y emocional de las personas. El comienzo natural del proceso de socialización para cada niño recién nacido es su inmediato grupo familiar. En la  historia de la humanidad,  la familia  ha sido la agencia  de socialización más importante. Algunos autores plantean que los cambios sociales producidos por los procesos de industrialización y modernización han llevado a una perdida relativa de su relevancia ante la irrupción de otras agencias socializadoras como el sistema educacional y los medios masivos de comunicación. Sin embargo, su importancia sigue siendo capital porque, en general, la familia filtra de manera directa o indirecta a las otras agencias socializadoras, escogiendo la escuela a la que van los niños, procurando seleccionar los amigos con los cuales se junta, controlando (supuestamente) su acceso la televisión, etc.   Junto a la familia, y aún en la infancia, el proceso se abre a otros grupos primarios de pertenencia.



 

Socialización secundaria: la socialización primaria finaliza cuando el individuo comienza a integrarse a grupos en los cuales la naturaleza de la relación social es de carácter secundario, es decir, relaciones basadas más bien en un componente formal, racional, y que, en general, son relaciones a las cuales la persona se integra opcionalmente y como resultado de un contrato social, escrito o no. Es la internalización de subculturas realidades parciales que contrastan con el mundo de base adquirido en la socialización primaria) institucionales o basados en organizaciones formales. El individuo descubre que el mundo de sus padres no es el único. La carga afectiva es reemplazada por técnicas pedagógicas que facilitan el aprendizaje. Se caracteriza por la división social del trabajo y por la distribución social del conocimiento. Las relaciones se establecen por jerarquía, poder, contrato legal, etc. Este proceso es de especial interés para este curso. Cuando una persona entra a una organización de trabajo, se le socializa para que llegue e a ser parte de esa organización. Y la forma concreta y práctica es a través del aprendizaje de sus roles, esto es, el aprendizaje de la forma en que deberá desempeñar su cargo y las tareas y funciones diseñadas por la organización para ese cargo en particular.
La socialización se produce a través de los que se denomina agentes socializadores, que son instituciones que la sociedad ha ido creando para garantizar la incorporación efectiva de sus miembros a la cultura predominante. Existen diversos agentes de socialización y ellos juegan un papel de mayor o menor importancia según las características peculiares de la sociedad, de la etapa en la vida del sujeto y de su posición en la estructura social. En la medida que la sociedad se ha ido haciendo más compleja y diferenciada, el proceso de socialización también se ha hecho más complejo: esto deriva del hecho de que debe, necesaria y simultáneamente, cumplir las funciones de homogeneizar a sus miembros lo suficiente como para que puedan identificarse como “pertenecientes a”  pero, al mismo tiempo,  diferenciar a los miembros de la sociedad a fin de que exista tanto la indispensable cohesión entre todos ellos, pero también el reconocimiento al derecho de existir de diferentes grupos que tienen particulares formas de vivir la cultura global. Estamos hablando de la creciente y progresiva existencia de subculturas cada vez más diferenciadas y que van poniendo una prueba de fuego a la capacidad de tolerancia y aceptación de las diferencias.  En el surgimiento de esta realidad han jugado un rol esencial los medios de comunicación masivos. Un hecho fuera de discusión hoy día es que en el mundo actual los medios de comunicación han alcanzado una difusión sin precedentes. Los diarios, las revistas, el cine, la radio y, sobre todo, la televisión, son usados por una cantidad muy significativa y creciente de personas para satisfacer, principalmente, las necesidades de información y entretenimiento, dedicando un número muy grande de horas a ver, escuchar o leer los mensajes difundidos por estos medios. Para los niños, se ha dicho que al cabo del año están más tiempo frente al televisor que frente al maestro en el aula. Tal situación tiene un claro efecto socializador, planteándose que una buena parte de la construcción social de la realidad está determinada por los medios de comunicación masiva. Estos medios, particularmente la televisión, darían una imagen del mundo, elaborarían un mapa de la realidad, que resultaría de capital importancia en la conducta social.

 En suma, la sociedad, a través de sus diferentes agentes socializadores, va moldeando el comportamiento de sus miembros. Y ese modelamiento es que lo denominamos socialización. Cuando se profundiza el proceso de aprendizaje uno puede tener el cuadro completo de la forma en que opera este proceso que permite una base común de significados, lenguajes, valores y visiones lo suficientemente sólida como para que una sociedad permanezca cohesionada, al menos en el grado suficiente como para seguir siendo lo que es.

 Observa las imágenes y explica en tu cuaderno: • Las diferentes actividades  que están - Brainly.lat

Una última reflexión respecto de la fuerza que tiene este proceso en el condicionamiento de nuestro comportamiento. Dado el peso que en la actualidad han cobrado los medios de comunicación de masas como agentes de socialización, se hace imprescindible profundizar en el rol que están jugando.  ¿Por qué decimos esto? Porque actualmente hay una tendencia a la uniformidad que, en mi opinión, atenta contra la necesidad de respetar las diferencias y de respetar, en nosotros mismos, el valor de la individualidad -no del individualismo- el valor a respetar en nosotros mismos aquello que forma parte de nuestra individual naturaleza. Y es aquí donde el peligro de la enajenación se nos viene encima. El tipo de cultura que ha surgido de la mano con la modernidad, y el papel que juegan los medios de comunicación para que cada uno de nosotros asuma esa cultura como producto completo y digerido, nos lleva al borde de esa enajenación. Y el instrumento por excelencia que permite esta situación es el proceso de socialización. De allí la importancia de tenerlo en el centro de nuestro interés.


 1. Socialización - proyectosocializacion


4. El Lenguaje y la Socialización

El primer paso en el proceso de socialización está en la relación interpersonal, dependiendo de ésta la adquisición del lenguaje. El niño/a necesita estimulación para iniciarse en el aprendizaje de la lengua, aprende a hablar si está rodeado de personas que le hablan, siendo el adulto el modelo, el estímulo que le empujará a aprender a valerse del lenguaje como instrumento comunicativo.

El niño/a desde el primer momento tiene deseos de comunicarse con el mundo que le rodea y se esfuerza en reproducir los sonidos que oye, siendo estos deseos mayores o menores de acuerdo con el grado de motivación y gratificación. Desde temprana edad, el niño/a goza con la conversación, provoca el dialogo con los adultos, hace lo posible para ser escuchado y se enoja cuando no lo consigue, busca respuesta para todo y presta atención a lo que se dice a su alrededor. El adulto en relación al niño/a, utiliza palabras concretas, refiriéndose a situaciones inmediatas, utilizando frases cortas y sencillas y todo ello rodeado de un clima afectivo, siendo un elemento básico y primordial en el aprendizaje de la comunicación oral. Cuando no existe relación y comunicación entre niño/a y adultos, el desarrollo de las capacidades comunicativas se detiene, por lo que, aparte de disponer de facultades biológicas para el habla, el niño/a ha de contar con un medio social adecuado, ya que la afectividad juega un papel importante en la adquisición del lenguaje. El deseo o no de comunicarse viene determinado por unas relaciones positivas o negativas con las personas próximas (padres); existiendo afectividad se atiende el mensaje de los adultos ya que existe identificación y se esfuerza por imitarlos y aprender de ellos; cuando existen carencias afectivas puede sumirse en el mutismo.

El centro escolar tiene un importante papel en el desarrollo y perfeccionamiento del lenguaje, en especial cuando en la familia está empobrecido. El profesor/a va a tener un papel primordial en este aprendizaje, al igual que la influencia de los otros niños/as va a ser decisiva. Debido a que los saberes escolares, en la mayoría de sus actividades, están condicionados por el lenguaje es preciso desarrollar y perfeccionar éste lo más posible. Proceso de socialización El lenguaje es instrumento y medio fundamental en el proceso de socialización, ya que permite la adaptación al medio y su integración, la adquisición de valores, creencias, opiniones, costumbres ..., correspondientes al contexto social de pertenencia, al tiempo que aprende a saber lo que se espera de él, qué tiene que esperar de los demás y a comportarse en cada situación de acuerdo con esto. Estas pautas culturales se transmiten a través del lenguaje hablado.

Los agentes de socialización para un niño/a son la familia, la escuela, parientes cercanos, vecinos y los medios de comunicación de masas, siendo la familia el primero y el más importante. Las primeras normas y modos de conducta son recibidas dentro del contexto familiar, siendo en él donde se desarrolla la estructura de personalidad y se determina la actitud y el comportamiento del niño/a frente a la sociedad. La entrada en el centro escolar supone un paso importante en el camino de la socialización; inicia una relación activa con otros niños/as y el maestro o maestra. La escuela tiene una función transcendental ya que va a transmitir los conocimientos y tradiciones intelectuales, así como los valores de la sociedad.

 

Diferencia entre socialización primaria y secundaria | 2020

5. Nos seguimos leyendo

nivel inicial:Encuentro virtual de música con el profesor Ezequiel, sala de  5 t.m. - Instituto María Auxiliadora de Almagro